Vivimos condenados a creer en un
“para siempre”, pero no es así, nada es para siempre. Se dice que lo único que
dura para siempre son los recuerdos, pero hoy en día, por suerte o por
desgracia hay gente que también los olvida…
Siempre he creído que los
recuerdos son bonitos, pero como es lógico muchos recuerdos es preferible olvidarlos,
sobre todo los recuerdos bonitos porque no hay recuerdo más triste que uno
feliz…
Recordar momentos preciosos con
una persona que se fue de tu lado, una persona que te hizo feliz, son recuerdos
que en su momento te hicieron la persona más feliz del mundo, pero ahora, provocan
lágrimas y tristeza.
Esos paseos por la calle o por un
parque con una persona que amaste o quién sabe si aún le amas, esos rincones
que algún día hicisteis vuestros, viviendo algún segundo de vuestra vida, algún
momento… Lugares, que no quieres volver a visitar porque sabes que solo
provocaran dolor y añoraras todos esos momentos a su lado.
Los recuerdos son tristes, pero
son parte de nuestra vida, de la vida que algún día, quizás empecemos a olvidar
y será justo en ese momento en el que lo que ahora nos hace daño recordar, no
lo querremos olvidar…